A LOS MIEMBROS DEL PUEBLO DE DIOS QUE PEREGRINAN
EN LA IGLESIA PARTICULAR DE TOLUCA:

Muy queridos hijos de nuestra amada Arquidiócesis, la peregrinación anual que nuestra Iglesia particular de Toluca realiza al Santuario del Tepeyac, en el mes de febrero, para venerar la amada imagen de la Bienaventurada Virgen María, en su advocación de Guadalupe, en esta ocasión está condicionada por la pandemia originada por el COVID-19.

Esta crisis sanitaria que ha afectado al mundo entero y también a nuestra patria, la hemos vivido de modos muy diferentes: como afectados directamente por el virus, como familiares de afectados, como cuidadores, médicos, agentes de pastoral; con diferencias y a menudo muy nerviosos en nuestra vida familiar y profesional, como jóvenes o como miembros de grupos de riesgo. Llevamos meses atrapados en esta crisis y nadie puede decirnos con certeza, hasta ahora, cuando la podremos superar. Ante esta incerteza, no podemos en este momento determinar si será posible realizar nuestra peregrinación como cada año.

Sin embargo, considero que es posible prepararnos a través de los medios virtuales, para poder vivir el espíritu de la peregrinación, de manera que no pase desapercibida esta fecha tan significativa para nuestra Iglesia Arquidiocesana. Recordemos que el sentido de la peregrinación es hacernos consciente que somos el “Pueblo de Dios” (cf. LG cap. II) que peregrina hacia la casa del Padre, donde nos aguarda Cristo, que es nuestro camino (cf. Jn 14, 1-6), y la Virgen nos acompaña como perfecta discípula de Cristo y como nuestra Madre, que vela siempre por nosotros por encargo de su amado Hijo (Jn 19, 26).

Si la providencia divina nos concediera, para el mes de febrero del próximo año, haber podido superar las condiciones de salud de esta crisis del COVID-19, entonces estaríamos organizándonos de manera adecuada para poder realizar nuestra peregrinación anual a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, observando, siempre y en todo, las medidas sanitarias que las autoridades civiles y eclesiásticas establezcan. Si no fuera así, nos veríamos entonces en la necesidad de suspenderla hasta el año 2022.

Exhorto fraternalmente al Responsable diocesano de la peregrinación para que, junto con los coordinadores de las Comisiones Arquidiocesanas de la pastoral profética, litúrgica y de las comunicaciones, elaboren una serie de catequesis que puedan ofrecerse a los peregrinos, a través de las parroquias, a fin de que puedan vivir el espíritu de la peregrinación en estos tiempos de pandemia, recordando las palabras que la Santísima Virgen de Guadalupe a San Juan Diego: “No estás en mi regazo, en donde yo te protejo? ¿Acaso todavía te falta algo? Que ya no te aflija cosa alguna, que no te inquiete, que no te acongoje la enfermedad de tu tío” (Nican Mopohua, nn. 119, 120).

Imparto a todos mi bendición.

+ FRANCISCO JAVIER CHAVOLLA RAMOS
ARZOBISPO DE TOLUCA

TOLUCA DE SAN JOSÉ, MÉX., 05 DE OCTUBRE DE 2020

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