PASTORAL DEL TURISMO
ARQUIDIOCESIS DE TOLUCA
POR: Pbro. Dr. Daniel Valdez García

El Turismo tiene como principales atractivos tanto los recursos naturales como los culturales; y los culturales a su vez se dividen en tangibles e intangibles. Dentro de los intangibles se encuentra la gastronomía y es el motivo de estas fichas técnicas de difusión, que voy a publicar de lunes a viernes, a fin de revalorizar la amplia gama de exquisitos platillos del arte culinario y su importante significado, que además se pueden degustar en esta porción del pueblo de Dios que peregrina en esta arquidiócesis de Toluca.

EL LEGENDARIO CHORIZO TOLUQUEÑO. En 1976, el Gobierno del Estado de México publicó un libro dentro de la serie de “Arte Popular y Flocklore”, donde asume el relato del cronista Alfonso Sánchez García (Profesor Mosquito) y documenta que viajeros famosos como Lorenzo Boturini y el Barón Alexander Von Humbolt manifestaron su admiración por la ciudad de Toluca debido al chorizo.

Entre las curiosidades del duque de Linares, virrey de la Colonia, se dice que en 1713, hizo levantar en pleno zócalo de la Ciudad de México una pirámide gastronómica que representó lo más apetitoso y característico de productos para la mesa de toda la tierra novoespañola. En aquella pirámide, que fue llamada el «Monumento a la Gula», se incluyó el chorizo toluqueño y el de Metepec, satisfaciendo a los más exigentes paladares.

Dicha vianda toluqueña se elabora con cerdo alimentado con maíz, además los artesanos lo aderezan con chile seco y colorado, una selección mexicana de yerbas de olor, un poco de de cilantro y de jengibre. Posteriomente los tocineros elaboraron diferentes variedades de chorizo, como el de color verde. E hicieron una jerarquía por calidad como el normal, el comercial, el de los turistas y el especial. En los últimos años han innovado con el chorizo navideño que tiene entre sus ingredientes productos propios de la temporada.

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