Descripción de la imagen gráfica del Escudo Episcopal del Arzobispo.
En color ocre, simulando el color de años, se encuentra en primer término la Cruz, símbolo de Jesús Salvador, referencia central en la Arquidiócesis, Alfa y Omega, que irradia su fuerza redentora expandiéndola hacia fuera, hacia el mundo. Mantiene un fino perfil negro que refuerza y resalta su presencia gráfica, ya que siendo emblema, es soporte y eje del Escudo.
También aparece el color ocre al interior de la corona del monograma de la Virgen María, en las grecas que emanan de la Cruz, en los cordones que enlazan las borlas que enmarcan el escudo y en el perfil y extremos de la banda que porta el lema. En cada elemento, el ocre, además de realzar el símbolo, le da unidad y una discreta elegancia al Escudo.
El color verde que aparece de forma predominante en el capelo y en las borlas, además de darle belleza e imagen al Escudo, conecta a los tiempos ancestrales que distinguía al Arzobispo de otros oficios eclesiásticos.
El campo donde está el ícono de las Azucenas, símbolo de San José, patrono de la Arquidiócesis, tiene un fondo en color beige o arena que expresa su personalidad noble y bondadosa, así como su trabajo dedicado al oficio artesanal de la madera.
En el campo de color rojo suave está colocado el ícono de la Sinodalidad, signo de los tiempos en el “hoy” de la Iglesia, que el Arzobispo asume y respalda en los proyectos pastorales de la Arquidiócesis. El color refiere al amor y al servicio; y la figura de las cabecitas, en un rojo más intenso, representa la fuerza en el camino que se hace juntos, siguiendo la cruz de Cristo.
El campo en colores azules expone el monograma de la Virgen María, quien estando en el corazón de los feligreses de la Arquidiócesis, en la rica variedad de advocaciones, invitan a visualizar el ámbito celeste de su excelsa pureza. Los perfiles de la corona y de las iniciales del monograma tienen toques de color blanco que invitan a captar la “luminosidad” de la Virgen.
Como símbolo geográfico principal se encuentra el Volcán al pie del Escudo, región donde está asentada la Arquidiócesis. El color gris que tiene ofrece equilibrio visual y suave fuerza al Escudo.
El lema “En tu nombre Señor”, presenta de manera gráfica lo que el Arzobispo quiere expresar de manera sostenida en esta misión por él asumida, consciente del llamado recibido por Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, Hijo de Dios y Señor de la historia.