La Arquidiócesis de Toluca fue parte del Arzobispado de México, que inició su caminar con la erección en la ciudad de México-Tenochtitlán en 1530.
El Valle de Matlazinco que tiene el nombre, hoy de Toluca, estuvo habitado por los matlazincas, otomíes y mazahuas. En octubre de 1521, Hernán Cortés conquistador de México, visitó este sitio, después de que Cristóbal de Olid, enviado a este lugar en abril del mismo año, había conseguido el vasallaje al rey de España.
Durante el juicio de Cortés, y la posterior donación al mismo de lo que se llamó El Marquesado de Oaxaca, dicho valle quedó bajo su custodia. Hacia 1530 tuvieron lugar los primeros bautismos, entre ellos del cacique Coyotzin que recibió el nombre de Hernando junto con el apellido Cortés quien fue su padrino.
Entre marzo y abril de 1525, estuvo en este valle, Fray Luis De Fuensalida, uno de los Doce, que un año antes habían llegado a la Nueva España y que, al distribuirse en Texcoco, Cuernavaca, Huetjotzingo-Tlaxcala y México, Toluca quedó bajo la capital. Hacia 1542 llega a este lugar, el célebre evangelizador Fray Andrés de Castro, quien hasta 1577 permanece en lo que se fue el convento de la Asunción, desde el cual se fueron estableciendo varias doctrinas que con el tiempo han llegado a ser poblaciones importantes.
Lo primero que se construyó parece ser, por el barrio de Huitzila una capilla a Nuestra Señora de los Ángeles y en el centro de Toluca después de sopesar varios lugares en terrenos donados por Coyotzin (Hernando Cortés, se decidió la construcción de un gran conjunto religioso: la capilla abierta concluida en 1572 con el nombre de Santa Cruz de los Otomítes del cual quedan tres arcos; el templo de San Francisco, centro parroquial, que se demolió antes de 1867, debido a que en 1860 desde el Cerro del Cóporo, el General Miguel Miramón lanzó disparos de cañón contra tal edificio, ya que el General Berriozabal se había acuartelado en el mismo.
El conjunto contaba con varias capillas, siendo la más importante la de San José, que en el primer concilio provincial mexicano en 1555 fue nombrado patrono de la Nueva España y aquí siendo parte de este virreinato se le dio un culto muy significativo. Tenía también huerta, dos panteones, y llegó a tener cerca de 80 personas entre ellos más de 30 estudiantes de teología, como lo anota Fray Gerónimo de Mendieta en su Historia Eclesiástica Indiana, escrita casi completamente aquí; estaba la capilla de San Elseario cede de la Tercera Orden Franciscana, en donde ahora está la Iglesia de San José El Sagrario, cuya actual construcción es de 1729 por el clérigo Luis Barón de Lara; también la Iglesia del Santo Cristo de los Obrajes y el actual edificio de fines del siglo XVIII se conoce hoy como el templo de la Santa Veracruz.
Con la presencia de los Franciscanos, que son los evangelizadores de este valle, establecen cuatro grandes conventos desde los cuales se atendía a comunidades adyacentes a los mismos, como son el convento de la Asunción de Toluca, terminado hacia 1580, San Juan Bautista, Metepec, San Miguel Zinacantepec, desde el cual se atendía hacia el sur de la Arquidiócesis y San Pedro y San Pablo Calimaya. Hubo también convento en San Mateo Atenco y en Tecaxic como Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles.
Cabe decir que, lo que hoy es el municipio de Toluca hasta 1907 tuvo una sola parroquia y hasta ese año se erigieron 4 más (Tlacotepec, Tecaxic, San Pablo Autopan y Santa María de Guadalupe).

1. Catedral de Toluca
Hacia 1834, estando el convento con algunas partes muy deterioradas, el alcalde José María González Arratia, inició la construcción de los portales, que son ícono de Toluca, en lo que se llama pasaje de Constitución y cuyo nombre es Portal 20 de noviembre y Portal Madero; Fray Buenaventura Merlín, muchos años después, construyó el que lleva ahora el nombre de Portal Reforma (35, 44, 37 y 3 = 119 arcos). Por desgracia debido a la guerra de Reforma de 1858 a 1861, todo lo que fue este conjunto religioso se deterioró, se dedicó a otras actividades, lo cual afectó y no conocemos la grandeza de lo que todo esto fue.
En una visita del Arzobispo de México, Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, en 1863, el párroco Fray Buenaventura Merlín, le solicitó el permiso para restaurar el citado templo de San Francisco, a lo que respondió después de hacer visita al edificio, que le concedía hacerlo, pero, que fuera un templo nuevo y pensará en una catedral porque esto llegaría hacer Diócesis, desde 1850 el proyecto era Cuernavaca (1891) y Toluca (1850). Con la demolición del edificio se traslada la sede parroquial al Templo de San José El Sagrario y se iniciaron las obras de la construcción de la catedral, el 12 de mayo de 1867 con la presencia, como testigos, por parte de la colonia española Benito Sánchez y por parte de la colonia Mexicana de Jesús Barrera. Dicha primera piedra, se encuentra junto a la fachada del Templo de San José y lo certifica una placa alusiva. Varias parroquias del actual Arzobispado y otras de otras Diócesis apoyaron en los inicios; notable fue la ayuda en cuanto a la donación de piedra, de Don Manuel Fernández, dueño de la Hacienda de Xijaltepec. No estaría por demás recordar aquí, que cuando Toluca, fue elevada del rango de Villa a Ciudad (1677), aunque el reconocimiento del Rey IV fue en 1799, San José le dio el nombre a la misma conociéndose como San José de Toluca (en lo que se llama Capilla Exenta que en realidad era la sacristía, edificada por Fray José Cilleiro, existe un recuadro de la bendición de dicho lugar donde indica la fecha del 9 de diciembre de 1709, como San José de Toluca).

2. Preámbulos de la Diócesis de Toluca
A lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX, la vida religiosa de lo que sería la Diócesis de Toluca, estuvo en marcada en la ciudad entorno a los conventos de la Asunción de Toluca (1572), el Convento de la Purísima Concepción de los Padres Carmelitas (1698), el Convento de la Cruz del Milagro de los Padres Mercedarios (1791) y el Hospital de San Juan de Dios, de los Padres Juaninos, hoy Santa María de Guadalupe, así como bastantes parroquias que se fueron creando tanto por religiosos como por el Arzobispado de México.
A mitad del siglo XIX, se pensaba en el Arzobispado sobre la futura erección de dos posibles diócesis en lo que era el territorio del mismo: Toluca y Cuernavaca. A raíz de la visita a Toluca por parte del Arzobispo Antonio Labastida y Dávalos, en 1863, se precisó esto con respecto a la futura Diócesis sin indicar fechas y formas de su erección.
En lo que se refiere a la construcción de la Catedral, con la muerte de Fray Buenaventura Merlín, se suspendieron las obras, aunque ya se llevaban todo lo referente a los cimientos y otras obras circundantes, como una casa parroquial, el traslado de los libros parroquiales a la Iglesia de San José que originalmente fue la de San Elseario, la conclusión de los portales, la reducción del mismo terreno del convento, etc. Cabe decir que en 1907 es secularizada la parroquia de San José, que suplió a la de San Francisco y los diferentes párrocos en ocasiones ampliaban algo sobre todo en la construcción de los muros y desplantes de las columnas.
La Guerra de Reforma 1858-1861, el cambio de visión administrativa civil del Porfiriato, la Revolución Mexicana, la Guerra Cristera, la nacionalización de los bienes eclesiásticos, y los problemas socioeconómicos no favorecieron ni la culminación de la obra ni las facilidades para cumplir los proyectos. Aun en estas circunstancias se erigieron bastantes diócesis a lo largo y a lo ancho del país, entre ellas, la de Cuernavaca en 1891.
Cuando en 1948 fue trasladado el Padre Arturo Vélez Martínez de la Parroquia de San Bartolomé Otzolotepec (Villa Cuauhtémoc) a San José de Toluca, se revitalizó el proyecto referente a la Catedral, e inició las gestiones ante la secretaria de Obras Públicas para continuar la construcción, mismas que en ese año fueron favorables con el apoyo técnico del Arq. Vicente Mendiola, tomando como base el tercer proyecto inicial del Arq. Ramón Rodríguez Arangoiti, tomando en cuenta algunas variantes sugeridas tanto técnicas, arquitectónicas y litúrgicas.
El 4 de junio de 1950, el Papa Pio XII anunció la erección de la Diócesis de Toluca primera en el Estado de México, la 33 de la Republica y poco más de 12,000 km2 (hoy son 11); y que se erigió canónicamente el 29 de septiembre de 1950, con un total de 12 vicariatos foráneos, 51 parroquias, 16 rectorías y capellanías, 78 sacerdotes de los que 68 seculares y 10 religiosos. Como se ve era más de la mitad del Estado de México; tuvimos primero Catedral, luego tuvimos Diócesis, pero nos faltaba Obispo.

3. Diócesis de Toluca.
El 17 de febrero de 1951, fue preconizado como primer Obispo de la naciente Diócesis, el Párroco de San José de Toluca Arturo Vélez Martínez, a quien el 11 de abril del mismo año se le dio la plenitud del orden sacerdotal dentro de lo que era la Catedral en construcción, adaptada para tales circunstancias; ese mismo día hizo los nombramientos iniciales para la administración de lo referente a la nueva Diócesis siendo el Vicario General, el Padre Adolfo Garduño, el Secretario Canciller, el Padre J. Trinidad Ambrís y el Provisor el Padre Pascual García.
Como caso curioso por una parte y providencial desde la fe, ese día 11 de abril, el Señor Santos López y la Señora María de la Luz Pliego de López, pusieron en manos del Señor Obispo los terrenos de la Hacienda de la Garcesa, los cuales el mismo día fueron visitados por el nuevo Obispo para en él proyectar la construcción del seminario.

Esta construcción se inició con la primera piedra en 17 de julio de 1951, aunque hasta el 5 de febrero del año siguiente (1952), en Valle de Bravo se fundó el Seminario en lo que eran terrenos y casa de vacaciones del Arzobispado de México, de lo que en otro momento daremos pormenores. Cabe decir que en diciembre de ese mismo año los alumnos se trasladaron a la Garcesa y que entre construcción y adaptación de lo que existía, el segundo curso iniciado en enero de 1953, tuvo lugar en la hacienda referida.
Es importante anotar los datos referentes a la obra que a lo largo de estos casi 72 años, han llevado a cabo los Obispos siguientes:
3.1. Mons. Arturo Vélez Martínez
(29 de septiembre de 1951 – 29 de septiembre de 1980).
Originario de Atlacomulco, Edo. de México donde nació el 1º de septiembre 1904 y falleció el 22 de agosto de 1988.

3.2. Mons. Alfredo Torres Romero
(29 de septiembre de 1980 – 15 de octubre de 1995).
Originario de Puruándiro, Mich. nació el 8 de agosto de 1922.

3.3. Mons. José Francisco Robles Ortega
(5 de junio de 1991 – 15 de octubre de 1995) como Obispo Auxiliar y Administrador Diocesano hasta junio de 1996 que es nombrado Obispo Titular y hasta el 28 de abril del 2003 que fue trasladado como Arzobispo de Monterrey.
Originario de Mascota, Jal. Nació el 2 de marzo de 1949.

3.4. Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos
(12 de febrero de 2004 – hasta el 19 de marzo del presente 2022). De abril de 2003 a febrero de 2004, Mons. José Miguel Giles Vázquez, fue administrador Apostólico y era el Vicario General anterior.
Desde el 5 diciembre de 2018 al presente año, Mons. Maximino Martínez Miranda es Obispo Auxiliar, siendo originario de este Arzobispado y habiendo sido trasladado de Ciudad Altamirano.
El 28 de septiembre de 2019, el Papa Francisco elevó al rango de Arquidiócesis a la Diócesis de Toluca, elevando al mismo tiempo al rango Arzobispal a Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos, somos la Arquidiócesis número 19 de la República y nuestros Santos Patrones son San José y San Miguel Arcángel (San José, Patrono de la ciudad desde 1677 y Patrono de la Catedral desde 1960; y San Miguel por ser el día de la erección de la misma).