
Toluca, Méx. 19 de diciembre de 2020.
«Jesús recorría todos los pueblos y aldeas
enseñando en las sinagogas, anunciando la Buenas Nuevas del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia» (Mateo 9, 35).
A todo el Pueblo de Dios que peregrina en esta amada Arquidiócesis de Toluca, les deseo todo bien en el Señor, que viene a salvarnos.
Queridos hijos, debido al elevado número de contagios entre nosotros, en este repunte de la pandemia del COVID 19, las Autoridades del Gobierno del Estado de México se han visto en la necesidad de regresar al semáforo epidemiológico de color
rojo.
Ante esta emergencia sanitaria, como pastores del Pueblo de Dios que se nos ha encomendado, hemos de proceder con suma responsabilidad cuidando la salud de todos nuestros hermanos, y haciéndonos solidarios con las Autoridades Civiles. Por esta razón les hago saber que, en comunión con los Vicarios Episcopales, he tomado las siguientes determinaciones:
1. Se cerrarán nuevamente todos los templos a partir del próximo lunes 21 de diciembre, hasta el 10 de enero de 2021, para no exponer a nadie a salir de sus casas y ser contagiados o ser factor de contagio para otros (cf. CIC cc. 87 § 1; 1245). Sé lo doloroso que resulta para nuestra gente y para nosotros como pastores esta medida, en este tiempo de la celebración de la Navidad, del final del año y de la Epifanía; sin embargo, es necesario proceder con madurez, conforme a las exigencias del momento que vivimos.
2. A partir de esa fecha se celebrará la Misa diaria a puerta cerrada y sin participación del Pueblo «sólo participará un número reducido de agentes de pastoral que ayudarán en la liturgia».
3. La Misa será transmitida diariamente por cada párroco, a través de los medios virtuales.
4. Las celebraciones de los sacramentos del bautismo, primeras comuniones, confirmaciones, bodas o acción de gracias por la celebración de los quince años o algún otro aniversario, que hubieran sido programadas para estas fechas, deberán ser reprogramadas para una fecha posterior.
5. Les pido que hagan saber a su comunidad parroquial, en las Misas del próximo domingo 20 de diciembre, que el propósito de estas medidas es cuidar la salud de todos, haciéndonos responsables los unos de los otros.
6. Díganles que de ninguna manera los estamos abandonando, puesto que en estos momentos es cuando más necesitamos estar unidos en comunión de oración, elevando con fe nuestras súplicas al Padre misericordioso, rogándole que proteja a nuestro pueblo de este mal que nos aqueja.
7. Les ruego que, a través de todos los medios electrónicos que tengan a su alcance, se mantengan cerca de su comunidad parroquial o rectoría, compartiendo con todos el Evangelio de la esperanza, de manera que, como pastores, les sostengamos en sus penas, sufrimientos y angustias, haciéndoles cercana la misericordia y el consuelo de aquel que nos consuela en todas nuestras tribulaciones (cf. 1 Cor 1, 3-4).
La Palabra que se hace carne para habitar entre nosotros (cf. Jn 1, 14), y que es la luz verdadera que alumbra a todo hombre (cf. Jn 1, 9), ilumine nuestras mentes para que, por intercesión de la Virgen Madre, obtengamos de Dios la gracia de discernir en todo momento la presencia, la acción y la voluntad de Dios para nosotros. Imparto a todos mi bendición.