Toluca, Méx. 14 de marzo de 2020
Asunto: Disposiciones de cuidado y prevención
ante la situación de salud pública que vive nuestro país.
Al Pueblo de Dios que peregrina en la Arquidiócesis de Toluca, gracia y paz de parte
de Jesucristo, el Señor.
Con el propósito de proceder de manera madura y responsable, como comunidad
eclesial, he considerado oportuno que asumamos las medidas necesarias en estos
momentos de prevención ante la emergencia sanitaria, debido a la epidemia del
COVID–19 (Coronavirus).
Después de hacer una prudente consulta, he decidido, como Obispo diocesano:
Pedirles que procedamos como hombres de fe e intensifiquemos la oración ante la
situación de salud pública que vivimos en el mundo y en nuestro País, y, sin caer
en pánico y actitudes alarmistas, sigamos las disposiciones que la Secretaría de
Salud y las autoridades competentes determinen.
Dispenso de la obligación de participar en la Misa dominical y Fiestas de precepto
a todo aquel miembro del Pueblo de Dios que pertenece a nuestra Arquidiócesis,
y que en conciencia considere que no es oportuno asistir a la Iglesia en estos días
(cf. CIC cc. 87 § 1; 1245; 1247).
Los templos parroquiales, capillas y rectorías seguirán abiertos como
ordinariamente, para que todos puedan acudir a hacer oración o participar en la
celebración de los sacramentos.
Quienes decidan no asistir a la Misa dominical, pueden seguirla, particularmente o
en familia, a través de la televisión o el internet; o en su defecto, al menos dedicar
un tiempo para la lectura y meditación del Santo Evangelio, siguiendo en lo posible
un comentario serio de éste, o hacer el rezo del Santo Rosario.
A quienes decidan participar en la Misa en el templo, les pedimos que observen
todas las medidas de higiene dispuestas por las autoridades sanitarias. Si alguna
persona presenta síntomas de resfriado, absténgase de asistir a Misa, y desde su casa
manténgase en oración. Durante la celebración de la Santa Misa, ofrezcan el signo
de la paz con una reverencia y eviten el saludo de mano. También procuren recibir
la comunión en la mano, durante el tiempo que dure esta emergencia sanitaria.
A los grupos y movimientos laicales que se reúnen en número considerable a nivel
parroquial, decanal, zona pastoral o diocesano, les pido que se abstengan de hacerlo
hasta que hayamos superado esta situación.
A todos los presbíteros les pido que suspendan la Catequesis Escolarizada y que
implementen las medidas sanitarias que estén a su alcance, en los recintos sagrados,y, si les es posible, celebren la Santa Misa en lugares abiertos, procurando ser breves
en sus homilías.
Una vez que por la Providencia Divina hayamos superado esta situación, emitiré otra
circular donde haré saber que ha terminado la vigencia de esta disposición.
Intensifiquemos nuestra oración, poniéndonos todos en las manos de Dios, e
imploremos la intercesión poderosa de la Santísima Virgen María de Guadalupe,
quien ante la aflicción por la enfermedad de su tío Juan Bernardino, dijo a Juan Diego:
“Escucha, ponlo en tu corazón, hijo mío el menor, que no es nada lo que te espantó,
lo que te afligió; que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no temas esta enfermedad
ni ningún otra enfermedad, ni cosa punzante y aflictiva. ¿No estoy yo aquí, que soy
tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría?
¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? Tienes necesidad de
alguna otra cosa?” (Nic. Mop. 118-119). Confiando en el cuidado y protección
maternal que Santa María de Guadalupe tiene sobre nuestro pueblo, recemos con
devoción el Santo Rosario por el mundo y por nuestra patria.
Francisco Javier Chavolla Ramos
Arzobispo de Toluca.