Cuando el libro del Génesis, en sus primeras páginas, plasma de forma teológico-poética, los inicios del cosmos; el autor sagrado enfatiza que Dios lo ha hecho todo con sabiduría y amor. Y en su providencia admirable, quiso poner al ser humano como su lugar teniente, al frente de toda su obra maravillosa. El Primer poema de la creación, enfatiza el hecho de que Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza; y dispuso que fueran hombre y mujer, con el fin de que, siendo fecundos, se multiplicaran, llenaran la tierra y la gobernaran.

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